En novelas y películas, una de las ficciones más comunes asociadas al progreso en robótica es la de una distopía esclavizante para los seres humanos. Los “killer robots” o el control absoluto de personas tipo “Gran Hermano” son dos ejemplos del imaginario de ese futuro tenebroso. Pero la realidad es bastante diferente. Dos investigadoras en robótica del CSIC dedican sus esfuerzos a construir robots que ayuden a las personas. Una es Elena García Armada, del CAR, que ha desarrollado un exoesqueleto pediátrico para niños y niñas con enfermedades neuromusculares y no pueden caminar. Con la ayuda del exoesqueleto consiguen andar, y doblegan las consecuencias de su mal. Otra es Carme Torras Genís, del IRI, que se enfoca en robótica asistencial. Se trata de robots que auxilian a personas con movilidad reducida —por la edad, por accidentes— en sus tareas cotidianas: vestirse, comer, hacer la cama, etc. Estas prácticas funcionalidades devuelven la dignidad a las personas. Tanto la robótica de rehabilitación como la asistencial tienen un interés social evidente: son buenos ejemplos del beneficioso potencial que pueden ofrecer los avances en robótica.
En el marco del proyecto “Científicas y Cambio Global”, principalmente orientado a científicas que proponen cambios que mejoren el medio ambiente, hemos desarrollado dos vídeos de divulgación sobre estas dos investigadoras y sus temas de trabajo. Como vemos en los vídeos, las investigaciones de estas dos científicas en robótica pueden promover cambios muy beneficiosos en la calidad de vida de las personas.
La producción de estos vídeos se enmarca en el proyecto 'Científicas y Cambio Global. Programación de la Red de Cultura Científica del CSIC’, que cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación y está coordinado por el área de Cultura Científica del CSIC.